Construye Hábitos para Toda la Vida con el Mínimo Esfuerzo

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El éxito o fracaso que tienes en las distintas áreas de vida es resultado directo de tus hábitos.

Tus ingresos, tus amigos, tu salud y tu vida sexual, son directamente influenciados por tus hábitos.

Obtienes aquello que repites una y otra vez.

Si quieres saber como te irá en algún área de la vida, simplemente mira como los resultados de tus hábitos se acumularán con los años.

Si hoy fumas veinte cigarrillos al día, es muy fácil ver a donde llevará ese hábito con los años.

Nuestro Subconsciente Cree Que Somos Unos Fracasados

Cualquiera sea tu objetivo este es el primer obstáculo que tendrás que sortear.
¡Tu cerebro cree que eres un fracasado!

Esto no le pasa a todas las personas, algunas personas tienen mentalidad de ganadores.

Pero imagino que si estás aquí tal vez te suceda algo similar a lo que me sucede a mi:

Tienes mentalidad de ganador para algunas cosas, pero una mentalidad muy destructiva en otros aspectos de la vida.

Dime, ¿Cuántas veces has intentado crear un hábito y fracasado terriblemente?

¿Cuántas veces has puesto por escrito tus objetivos, y te has llenado de determinación, para terminar abandonando luego de unos días?

¿Cuántas veces te has mentido a ti mismo?

  • Dices que harás ejercicio, y no lo haces.
  • Dices que ganarás más dinero, y no lo haces.
  • Dices que empezarás el Lunes, y no lo haces.

¿Cuántas veces has planificado la semana, día por día, hora por hora?

“5:00 AM Me despierto – 6:30 AM Desayuno – 7:00 AM Trabajo en mis proyectos – 9:00 AM Ejercicio.”

Los primeros días nos sentimos unos verdaderos cracks.

Pero al cuarto día nos despertamos a las 10:30 de la mañana, cansados por quedarnos mirando Netflix hasta tarde la noche anterior.

E inmediatamente toda nuestra semana se desmorona.

Y le siguen el mes, el año, y nuestra vida.

Tu Cerebro Está Programado De Esta Manera

Aunque no nos demos cuenta, nuestros cerebros han sido programados para convertirnos en unos fracasados.

Nos hemos vuelto adictos al pensamiento negativo, y a hablarnos a nosotros mismos de manera negativa.

Permitimos que la negatividad y el miedo ronden en nuestra mente listos para atacar todas nuestras ideas.

¿Alguna vez te pusiste a pensar lo que tu subconsciente piensa sobre ti?

Tus creencias más profundas están terriblemente sesgadas

Las “creencias” son una herramienta que desarrollamos las personas durante nuestra vida y que nos permiten dar sentido al mundo que nos rodea.

A partir de estas creencias las personas interpretamos las situaciones de la vida. Son cómo un filtro que tenemos a través del cual vemos el mundo.

Creencias nucleares

Son aquellas que nos dan nuestro sentido de identidad y construyen el núcleo de lo que somos (o de cómo percibimos que somos y cómo deberíamos ser).

Las religiones son el ejemplo más claro.

Decir “soy musulman” no es decir una verdad objetiva, sino que constituye una creencia, nos permite identificar cómo movernos en el mundo: qué ropa usar, qué roles asumir.

Dentro de estas creencias también encontramos definiciones personales: nuestro género, nuestra etnia, nuestro estatus social.

Y también definiciones negativas y destructivas como: “Soy inútl”, “Soy vago”, “No valgo nada”, “Soy indefenso”.

Creencias intermedias

Son reglas de vida, supuestos de cómo deberían ser las cosas, supuestos de cómo deberías actuar ante determinadas situaciones, y de cómo deberías desenvolverte en el mundo.

Estas creencias las vamos construyendo a lo largo de la vida por encima de nuestras creencias nucleares.

“Nunca voy a encontrar alguien que me ame”, “Si las personas supieran cómo soy en realidad me rechazarían”, “Fracasar significa ser un perdedor”, “En un matrimonio, el hombre debe trabajar y la mujer debe quedarse en la casa”.

Pensamientos Automáticos

Los pensamientos automáticos son pensamientos que surgen fugazmente e interrumpen el fluir del pensamiento normal.

Surgen sin tu consentimiento, son breves, telegramáticos y pueden ser verbales o aparecer en forma de imágenes.

Pueden entenderse cómo una representación de tus creencias más profundas e intermedias.

Generalmente son pensamientos negativos sobre uno mismo, otras personas, el mundo, etc. Suelen venir acompañados de miedos sobre el futuro, o arrepentimientos del pasado.

Todas las personas tenemos estos pensamientos, aunque la mayoría de las personas no los noten.

Pero para algunos de nosotros estos pensamientos pueden ser muy negativos, e incluso destructivos.

¿Cómo reconocer los pensamientos automáticos?

Cuando estás frente a una situación que te haga sentir emociones “desagradables”, puedes parar y preguntarte:

¿Qué tipo de cosas te dices a ti mismo?

  • “Nunca logras lo que te propones.”
  • “Siempre dejas todo para después.”
  • “Eres un fracaso.”
  • “Nada sale cómo yo quiero.”
  • “Soy una mala persona.”
  • “¿Por qué siempre me pasa todo a mi?.”

Tú no siempre no estás al tanto de esto, pero está sucediendo en tu subconsciente a diario.

Subconsciente significa por debajo de la consciencia: ¡Ni siquiera somos conscientes de que nos caemos mal a nosotros mismos!

Los pensamientos automáticos repercuten en tu día a día

La razón por la que no podemos salir adelante es porque tomamos decisiones, y tomamos acción, basándonos en estas creencias subconscientes tan dañinas.

Directamente estamos en una muy mala posición para enfrentar los desafíos que nos proponemos.

Esto pasó por dejar que toda esa negatividad entrara en tu mente en primer lugar, imaginándote a ti mismo perdiendo cada vez que te enfrentabas a un desafío.

Por obsesionarte con tus miedos y dejar que la ansiedad determinara el curso de tu vida.

Se trata de un círculo vicioso, cómo muchas otras conductas destructivas.

Nuestros pensamientos repercuten directamente en nuestras emociones, y nuestro estado de ánimo repercute directamente en nuestra vida diaria.

Retoma el control de tu vida

Si aprendemos a reconocer los pensamientos automáticos, si aprendemos a no dejarlos pasar, e identificarlos cómo lo que son, tendremos una oportunidad de recuperar el control de nuestra vida.

Para saber qué cosas realmente nos decimos a nosotros mismos, tenemos que hacer una pausa activa y pensar sobre nuestros propios pensamientos.

Empieza por hacer un esfuerzo activo en identificar tus pensamientos automáticos. (Sobre todo aquellos que desatan emociones desagradables cómo ansiedad, miedo y culpa.)

Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para sacar los pensamientos automáticos del reino del subconsciente, y llevarlos al reino de la conciencia y la lógica, para poder encontrar caminos alternativos y retomar el control de tu vida.

  1. ¿Qué pruebas tengo de que lo que pienso es cierto?
  2. ¿Hay otras explicaciones alternativas más realistas?
  3. ¿Qué probabilidad hay de que lo que pienso sea cierto?
  4. ¿Qué sería lo peor que podría sucederme si lo que pienso ocurriese?
  5. ¿Me resulta útil pensar de esta manera, me ayuda a mejorar?
  6. ¿Qué le diría a un ser querido, un amigo por ejemplo, si me dijera que tiene este mismo pensamiento?

Tenemos que sacar todo esto de nuestro subconsciente. Empezando por tomar consciencia de las cosas que nos decimos a nosotros mismos.

Si queremos alcanzar nuestros objetivos tenemos que cambiar nuestras creencias más profundas.

Eliminar las imágenes de fracaso y miedo que tenemos en nuestra mente, y reemplazarlas por imágenes de éxito, creadas de manera consciente.

Cómo Hackear Tu Perspectiva

Paso 1: Perdonate

Cuando quieres reconciliarte con alguien, ¿Qué es lo primero que haces? Pedir perdón, claro. Pídete perdón a ti mismo.

¿Suena estúpido? Pues no lo hagas y sigue con tu mentalidad de fracasado. Perdonate a ti mismo, todos merecemos una segunda oportunidad.

Paso 2: Comprométete

Comprometerse significa siempre hacer lo que dijimos que haríamos.

Tenemos la capacidad de decidir que hacer con neustro tiempo. Esto es una gran responsabilidad, y la mayoría de las personas no quieren tenerla, prefiriendo culpar a otros sobre sus problemas en lugar de utilizar su tiempo para resolverlos.

Pero nosotros tomaremos esta responsabilidad y la usararemos sabiamente: Nos comprometeremos con todo lo que decidamos hacer.

Y tendremos mucho cuidado con lo que decidamos hacer, porque a partir de este momento siempre haremos aquello con lo que nos hayamos comprometido.

¿Dijie que iba a hacer ejercicio? ¿Llegué tarde de trabajar estoy cansado y tengo hambre? A nadie le importa, hago el ejercicio.

Seremos mucho más selectivos con nuestro tiempo. No diremos a todo que sí.

A partir de ahora, elegiremos conscientemente a qué cosas dedicaremos nuestro tiempo.

Para Crear Hábitos Primero Hay Que Tener Un Sistema

Las personas dicen que para crear un hábito necesitas repetir la misma conducta por 90 o 120 días seguidos.

O te invitan a utilizar sistemas complejos a muy largo plazo que se basan, más que nada, en tus propias ganas de lograrlo.

¡Y para algunos si que funciona!

Pero para algunos de nosotros el solo hecho de pensar en crear un nuevo hábito puede ser abrumador.

Ni que hablar que tener que sacrificarnos una y otra vez por 90 días es super desalentador.

El Poder de Voluntad

Todas las personas somos diferentes.

Nuestros genes y hábitos determinan gran parte de lo qué somos, cómo nos sentimos, las herramientas que tenemos a nuestra disposición en diferentes situaciones, y nuestra habilidad para manejar esas herramientas.

Algunos de nosotros tenemos un poder de voluntad muy limitado cómo consecuencia de la naturaleza, o de nuestros malos hábitos.

Cada día nos despertamos con una cantidad limitada de poder de voluntad, y cada decisión que tenemos que tomar desgasta un poco de ese poder.

Yo tuve el peor horario de sueño del mundo durante muchísimo tiempo. Solía quedarme despierto más de 20 horas seguidas antes de ir a dormir.

Si me despertaba a las 7 AM estaba despierto hasta las 4 AM del día siguiente. Al día siguiente, me despertaba a la 1 PM y me quedaba despierto hasta las 8 AM de la mañana siguiente.

Me era imposible comenzar a desarrollar hábitos con un desbalance tan grande en mi vida.

Cada acción que quería llevar a cabo se convertía en un gran obstáculo.

Desde levantarme de la cama y lavarme los dientes, hasta decidir qué comer en el almuerzo, cada acción mundana se llevaba una gran parte de mi poder de voluntad.

Cuando llegaba el momento de tomar acción en mis metas, como ponerme a hacer ejercicio, mi poder de voluntad no era suficiente.

Cuando nuestro poder de voluntad está bajo es cuando empezamos a “dejar para mañana” las cosas que más nos importan en la vida. Como nuestra salud y nuestro éxito.

¿Entonces por qué seguimos tropezando con la misma piedra e intentando conseguir nuestros objetivos utilizando solamente el poder de voluntad?

En lugar de plantearnos metas agotadoras…

En lugar de dejar nuestro destino en manos del poder de voluntad…

En lugar de ser las víctimas de nuestra biología e historia…

¿Por qué no mejor crear un sistema que funcione con nuestras propias fortalezas y debilidades?

Paso 3: Planteate Objetivos Muy Fáciles De Alcanzar

Para reparar y reemplazar las imagenes de tu subconsciente nos pondremos metas pequeñas que podamos alcanzar con facilidad.

Si te pones diez metas fáciles cada día,  y te comprometes a alcanzarlas, tu cerebro comenzará a sentir que estás ganando.

Por ej: una de mis metas diarias es tomar un vaso de agua apenas me despierto. De esta manera cada mañana empiezo ganando, cumpliendo una de mis metas.

Y así, el resto de las metas son igual de simples. Por ej: recoger la basura, tener una reunión que ya sabía que tendría ese día, meditar durante 1 minuto.

Tu cerebro empieza a ver que cada día cumples con lo que te prometes, que lo que sea que te planteas se cumple. Como por arte de magia aquello que dices, sucede.

El subconsciente no reconoce la diferencia entre una meta pequeñita y una meta gigante.

Lo único que tu cerebro entiende es que estás ganando. Una y otra vez, todos los días, cada día, es ganar y ganar y ganar y ganar.

El Poder De Los Objetivos Pequeños

Muchas veces nos creemos que para tener éxito tenemos que plantearnos objetivos gigantezcos, ¿Haz escuchado la frase “Apunta a la Luna, aún si fallas aterrizarás en una estrella”?

Pero la realidad es la inversa: Pequeñas mejoras se van acumulando hasta terminar en grandes resultados.

A primera vista tener objetivos pequeños nos hace pensar que no lograremos mucho.

¿Que sentido tiene meditar durante 1 minuto? ¿O hacer 1 minuto de ejercicio al día?

Tiene mucho sentido por el efecto de los hábitos compuestos.

Hábitos Compuestos

Los pequeños hábitos son los intereses compuestos de todo lo que quieras alcanzar en tu vida. De la misma manera que tus intereses compuestos multiplican tu dinero, los efectos de tus hábitos se multiplican con el tiempo.

Un pequeño cambio en tu rutina diaria puede terminar guiándote a una vida muy distinta en el futuro.

habitos expectativa realidad

Tomar una decisión que mejora tu vida en un 1% parece insignificante, pero con el tiempo puede ser la diferencia entre la persona que eres y la que podrías haber sido.

Es increíble lo que una mejora de un 1% diario puede lograr luego de un año. Y si lo mantienes en el tiempo, te convertirás en la persona que siempre quisiste ser.

Los Objetivos Pequeños No Necesitan de Poder de Voluntad

Imagina que eres una persona con problemas de peso y te pones la meta de ejercitar durante 1 hora tres veces por semana.

Encaras tu nuevo objetivo con emoción. La primera semana te duele todo el cuerpo pero no te importa nada, solo quieres salir adelante y cumplir tu objetivo. Estás motivado.

Pero a los pocos días empiezas a tener dudas. Te llevará meses sino años llegar a donde quieres. Además cada vez que vas al gimnasio te duelen los músculos. Además queda lejos y pierdes tiempo en el transporte.

Cuando llega la hora de ir al gimnasio empiezan las excusas, y necesitas de un gran poder de voluntad para levantarte de la computadora e ir hacer ejercicio.

Con la motivación decayendo poco a poco, pronto abandonas el hábito y vuelves a tu rutina habitual, allí donde te sientes cómodo.

En cambio, si tu objetivo fuese pequeño no necesitarías generar motivación para alcanzarlo.

Si en lugar de plantear una gran meta, te plantearas el objetivo de hacer 5 minutos de ejercicio cada día en tu propia casa las cosas serían muy distintas.

Las primeras semanas lo harías muy motivado. Al cabo de un tiempo, cuando falte la motivación, te enfrentarías al objetivo con una perspectiva diferente.

Si, te falta motivación, no quieres hacerlo, pero son solamente 2 minutos. No es tan difícil hacerlo si son solo 2 minutos. Es simple convencerte a ti mismo que 2 minutos no es nada y puedes hacerlo sin esfuerzo.

Una vez que empiezas con tu rutina de 2 minutos, inmediatamente notas que ya que estás haciendo ejercicio podrías hacer unos minutos más. Y te sientes genial, no solo cumpliste con tu meta, sino que la sobrepasaste.

Día a día vas ganando y sintiendote mejor contigo mismo. Y quieres hacer más y más, en lugar de sentirte como una mierda por haber fallado y volver a tu rutina anterior.

Los Hábitos Se Construyen Poco a Poco

Yo intento cada día comprometerme únicamente con mis diez metas diarias y con nada más.

Me lo planteo de esta manera: Alcanzar estos diez objetivos es lo único que tengo que hacer bien durante el día.

Este es mi primer intento, comencé el 23 de Marzo 2021:

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Vengo cumpliendo mis objetivos pequeños practiamente todos los días.

Son tan simples de llevar a cabo, que no necesito motivación para tomar acción. Pero una vez que empiezo con uno, ya que estoy en ello, sigo más allá de lo que había planteado.

Una vez que me pongo a Estirar 5 minutos, pasan los minutos y sigo estirando hasta completar 30 minutos. Y si un día realmente no tengo ganas de, hago solo 5 minutos y doy mi meta por cumplida.

No todos los días tengo ganas de comer ensalada. Pero comerla no es mi objetivo, yo solo tengo que pedir el delivery y mi objetivo está cumplido. Pero claro, una vez que tengo la ensalada en frente mío es mucho más fácil comerla, en lugar de ir a cocinar una hamburguesa.

Si cumplo con mis metas diarias, todo lo demás va sobre rieles, el trabajo, la salud, las ganas de hacer cosas y la energía cambian.

Poco a poco, semana a semana, vamos aumentando las metas para ser un poquito mejores que ayer. Y más temprano que tarde, alcanzaremos el estilo de vida que tanto deseamos.

Cambios parecen insignificantes al principio, eventualmente y con el tiempo, se convierten en resultados visibles y un gran cambio en tu estilo de vida.

¿Listo para convertirte en la persona que siempre quisiste ser?

The Keys Are
Under The Rug

get up & get in